Despedida a Juan José Valencia "El Melli"


 

Juanjo, esta noche tu partida me ha quitado el sueño.

No esperaba esta triste y sorprendente noticia.

Seguro que Dios, tu Dios al que tanto rezabas y en el que tanta fé tenías te alumbrará tu camino.

Ahora tu alma que te haga viajar donde seas completamente feliz, lo mereces.

Aquí en la tierra el tiempo que te conocí siempre fuiste una persona que te gustó ayudar a los demás en todo lo que podías.

Llegaste a España en una época donde el toreo empezaba a ser diferente, se daban bastantes menos festejos y te tocó vivir una época complicada en la profesión pero que dada tu simpatía y afición, el tiempo que Dios y el destino te permitió estar en ella la ejerciste con felicidad. 

En ti siempre recordaré a un colombiano de buena voluntad y que supo ganarse la simpatía, el afecto y la amistad de quien te conocimos.

Juanjo, estas letras no me hubiera gustado tenerlas que escribir, sería señal de que sigues aquí. 

Ya te dije en su día que eras un ejemplo de superación, superaste aquel maldito cáncer a base de sacrificio y de fé, pero el destino te tenía preparada una mala jugada con otro cáncer mortal. 

Mortal físicamente porque yo sé que tu alma y tu forma de ser siempre serán inmortales. 

Se quedó pendiente en el camino un libro donde dabas claro ejemplo de superación de una maldita enfermedad que llegaste a superar pero que al final te traicionó y te vino de mala forma por la espalda. 

Estoy seguro que tu te has ido en paz y con pocas cuentas pendientes con nadie porque tu eras un hombre de bien y al que nadie te conoció enemigos directos, creo que no los tenías. 

Eras torero y tenías también vocación de periodista, papel que desempeñaste con mucha dignidad cuando tuviste que retirarte involuntariamente de los ruedos.

Juanjo, no me salen más palabras en este momento, solo decirte que fue un placer haberte conocido y quiero darte las gracias porque siempre que pudiste me tuviste en cuenta tanto a mi como a mí hija Natalia y a mí sobrino Miguel para realizarnos algún reportaje en algunos de los medios en los que tu trabajabas. 

Juanjo, te mando un abrazo donde quiera que estés, me hubiera gustado no tenerte que despedir tan prematuramente, si existe la eternidad que creo que sí, algún día nos volveremos a ver, me gustaría que cuando llegue ese momento pueda reunirme con las personas que quiero y aprecio y entre esas personas estás tu.

Hasta siempre Juanjo, hasta siempre Valencia como yo te decía cariñosamente muchas veces. 

Un abrazo 

Julián Maestro 

25 de enero 2025


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