A D. Manuel Molés

En el año 1973 yo era un niño con nueve años que ya me había picado el gusanillo y despertado la afición por intentar ser torero, como decían los mayores, se me había metido la fiebre de ese arte. Me atrajo tanto ese mundo tan mágico y maravilloso que desde entonces ya nunca me supe apartar de él, hoy en el año 2023 y después de cinco años retirado de la profesión de torero a la que me dediqué 45 años de mi vida sigo soñando por las noches mientras duermo que estoy toreando en cualquier plaza. Pero hoy no vine a escribir al blog sobre mi vida torera, hoy quiero rendir mediante este relato mi homenaje al maestro del periodismo D.Manuel Molés. Al principio de este relato mencionaba el año 1973 porque fue cuando empezó para mí todo, fue cuando empecé y ya no quise ni me supe ir de la profesión que más amé, recuerdo que entonces con nueve años entre semana iba al colegio y los fines de semana bajaba a la casa de campo para torear de salón, desde el lunes ya estaba pensando en el sábado par