Conmigo

Y....Mi mente a veces me traiciona, me lleva a estados donde me hace sentirme un extraño conmigo mismo, me lleva a un mar de dudas donde voy en barco que naufragia sin control del timón.

Llego a estados mentales donde paso de infiernos a paraísos.

Puedo estar en un lago en calma y caer por una especie de acantilado a profundidades del mar.

Solo escribir para yo que sé.

Escribo sin orden ni concierto, pensando en mí, ¿en quien?, que mas da .

A veces todo me da igual y otras nada me da lo mismo.

Mi coco a veces tranquilo, a veces loco, en ocasiones sereno.

Desaparecer y aparecer en un mundo donde cada uno sigue su propio camino.

Aquietar desasosiegos de rebeliones conmigo donde no quiero escuchar a la muchedumbre.

Escribo y me leo y en verdad no sé quién es quien maneja mis letras, ¿Yo?, ¿mi corazón?, ¿un impulso extraño?, el caso es que empiezo a escribir en ocasiones compulsivamente, sin saber el motivo, algo seguramente espiritual me lleva a ello, y en ocasiones me siento diminuto y ridículo y otras veces humildemente confieso que me considero grande, en ocasiones cuando me vuelvo a leer me siento que soy un extraño de mi mismo pues creo que no fui yo quien en aquella ocasión escribió esos relatos.

Siento a la fuerza la compañía de la soledad.

La soledad que a veces es cruda y otra veces encierra una preciosa belleza, que contradicción, pero puedo asegurar que es así o al menos así la siento yo ahora que convivo con ella en muchos momentos.

Una luz que alumbra la oscuridad, un libro, un perrito, un televisor que cuelga de la pared, música y unas zapatillas en espera de recorrer caminos de sueños, alegrías y lágrimas porque la mente me lleva muchas veces por todos esos estados.

Hoy intentaré no corregir ni una sola palabra, prometo intentarlo.

La habitación no es la misma desde que te fuiste, en la casa reina el silencio solo interrumpido por los sonidos de nuestros pájaros isabelinos y el agaporni.

También tengo que decirte que cuando llegan los niños la casa adquiere otro ambiente, como extraño sus risas, sus voces y la tuya.

Ya lo estás viendo o leyendo al final mágicamente sin buscarlo apareciste tu, siempre estás en nuestro corazón y recuerdo.

Siete meses después no puedo evitar derramar lágrimas cada vez que te pienso.

Y.... Ahora comienza un nuevo día donde no pierdo la esperanza de un mundo mejor para todos.

Julián Maestro 

10/ 02/ 2025